¿QUÉ SE HACÍA?
Se podaban los árboles. Traían leña para todo el invierno que era largo y frío. Arrancaban las encinas que estaban secas. Primero, una cuadrilla de hombres iba a podarlas y luego a serrarlas. El que no tenía monte para cortar leña iba a las dehesas de Villagarcía y de Gallegos y tenía que pagar. Luego iban con carros a recogerlo. Se juntaban tres o cuatro para cargar ¡y con una buena merienda!
En el campo no se hacía nada más. La gente estaba en casa calentándose en la lumbre. Por delante te quemabas y por detrás te helabas de frío: los gatos y los pucheros se ponían a la lumbre, el caldero de los cerdos colgado con las remolachas o las patatas.
A finales de Noviembre se hacía la matanza de los cerdos que se habían cebado durante todo el año.
Ha llegado el frío y con él noviembre, tiempo de matanza una fiesta con mucho trabajo y frío pero éramos muy felices. Decían los abuelos: Tres días hay en el año que relucen más que el sol, la matanza, el esquileo y el día de la función.
Pasaban muchos meses cuidando el cerdo y engordándolo con bellotas y patatas. Íbamos a coger bellotas para los cerdos y les cocían las patatas en la lumbre en un caldero hasta llegar la matanza.
La matanza duraba 3 días. El día de antes se preparaban las astillas y se iba al campo a por la paja para socarrar los cerdos. La paja era de centeno y se había segado anteriormente.
El primer día se mataba el cerdo le subían a una mesa para matarlo y poder coger la sangre para hacer las morcillas. Después se socarraba; se sacaban las tripas. Las mujeres las desenredaban. Se iba a lavarlas al río y a veces había que cachar los hielos. Después veníamos con frío y teníamos las castañas cocidas. Nos calentábamos las manos y tomábamos la limonada que estaba bien dulce. Por la noche se cosían las tripas y se hacían las morcillas. Decían que para estar buena “la morcilla curiosa picante y sosa”.
El cerdo se colgaba hasta el 2º día.
El segundo día se invitaba a todos los vecinos a tomar el aguardiente con rosquillas. Después desayunaban y los hombres estazaban el cerdo. Las mujeres apartaban la carne y de vez en cuando echaban un poco de carne magra en los tizones de la lumbre. Después de un buen almuerzo casi siempre patatas con bacalao, picadillo, chorizo, torreznos, se picaba la carne para prepararla para hacer la longaniza. Entonces se hacía con tijeras. La carne “se sobaba” (adobaba). También se adobaban los huesos, el tocino, las costillas, los pies, los lomos, los solomillos, el espinazo…
Por la noche se hacía la moraga (trozos de carne picados con un poco de orégano que se freía) y se invitaba a los amigos a comerla. En esto no participaban las mujeres. Los hombres bebían el vino en la sala al brasero bien calentitos, mientras las mujeres cosían las tripas para la longaniza.
El día 3º y último se hacían los chorizos con embudos. Después se hacían los chicharrones y al final las migas en el mismo caldero para aprovechar la grasa. Este era de cobre.
Terminada la matanza, al día siguiente, se salaban los jamones. Las madres preparaban la probadura para los vecinos que no mataban : un trocito de hígado, un poco de sangre, una morcilla y poco más.
Con la vejiga del cerdo, un bote y una paja de bercea, se hacía la zambomba a los niños. Estos además de jugar, ponían lumbre en la calle y cocían bellotas en un bote hasta la hora de la cena.
No había animal más bien aprovechado que el cerdo. Valía todo.
REFRANES
– Dichosito mes que entra con los Santos, media con S. Eugenio y sale con S. Andrés.
– Por S. Eugenio las castañas al fuego, la leña al hogar y las ovejas a guardar.
– A cada cerdo le llega su S. Martín.
– Noviembre tronada malo para el pastor y peor para el ganado.
– Por Noviembre si no has sembrado, no siembres.
– A primeros de Noviembre, tu fuego enciende.
– Si Noviembre empieza bien, confianza has de tener.
– Por los Santos, la nieve en los altos, y por San Andrés nieve en los pies.
– Día de nieve y agua, buen día de taberna y fragua.
– El viento que anda en San Martín, dura hasta el fin.
¿QUÉ SE HACÍA?
En algunas familias la matanza se hacía en Diciembre.
En el campo no se hacían tareas agrícolas, sólo “atalantar” el ganado que estaba en los establos.
Si nevaba, porque entonces caían nevazos, había que hacer veredas con las palas lo primero para salir de casa y lo segundo para ir a los establos a atender el ganado.
Hacía muchísimo frío, no como ahora que hace menos. Las calles estaban llenas de barro y de hielo y no se podía andar por ellas.
Por Nochebuena se iba a cantar las Pascuas por las casas. La gente daba un trozo de chorizo, salchichón o dinero. En aquellos tiempos era una peseta, que era mucho, y luego los días de Nochevieja se iba a pedir los torreznos. Entre los mozos se elegía a un alcalde y el día de San Silvestre se decía una misa por los mozos y luego por la noche se hacía una cena con lo que se había sacado, y todos tan contentos.
REFRANES
-En Diciembre, la tierra se duerme.
-Cuando en Diciembre veas nevar, ensancha el granero y el pajar.
-Por Santa Lucía, se acorta la noche y se alarga el día.
-Hasta el día de Navidad, no es invierno de verdad.
-Por Navidad, lo conoce la vieja en el hilar.
-San Silvestre, despídete de éste.
-Diciembre mojado. y Enero bien helado.
-En Diciembre leña y duerme.
-En Diciembre no hay valiente que no tiemble.
-El suelo mojado y el cielo encapotado.