A veces hay que recurrir a «actividades lúdicas» para que los aprendizajes se afiancen y para que estudiar no sea una tarea tan ardua. Encontré esta propuesta en la editorial Alhambra Logman y se la planteé a Diego.
Se trata de un viaje imaginario acompañando al aire a través del aparato respiratorio.
– ¡Hola aire! ¿Puedo viajar contigo?
– Empezamos el viaje: entramos por las fosas nasales
– ¿Y estos pelillos? ¡Qué calentito!
– Pasamos a la faringe:
– ¿Y esto qué es?
– ¡Tonto, que son las cuerdas vocales!.
Pasamos a la laringe:
– ¿y ese tubo tan estrecho?
– ¡Es la tráquea, bobo!
-¡Qué bien el desvío de los bronquios!
– Ahora entramos en los pulmones y se produce el intercambio de gases. ¡Vamos, deja el oxígeno y vámonos a dar la vuelta! Pero antes recoge el dióxido de carbono y ahora hacemos el recorrido a la inversa.
Diego Jiménez de la Parra. 6º de Primaria