Educando y Aprendiendo en una Escuela Rural
Al volver después 12 horas de viaje le reciben como un héroe. ¡La aglomeración en el museo es tal que no hay ni un milímetro entre cada persona y no cabe ni el 10% de los habitantes de Selchinapou. Toda la gente que no ha entrado espera a la siguiente oleada para entrar en el museo en las calles más cercanas. La lámpara donde está el diamante verde está más protegida qué nunca.
La noticia salió en los periódicos:
Pronto habrá otro misterio…
Vanesa expresa algunos de sus deseos a través de Claudia, la protagonista de su cuento: la planta mágica.Nos presenta el primer capítulo. Como sus compañeros, inventa el nombre del país y del lugar en el que vive Claudia. Si os gusta, podréis seguior leyéndolo en nuevas entradas.
1. LOS TRES DESEOS.
En un campo lleno de flores se encontraba una flor mágica. Su poder era que si alguien la tocaba le concedía tres deseos.
Una vez, una niña llamada Claudia mientras jugaba con unos amigos, se encontró con la planta mágica.
Claudia es una niña alta. Tiene los ojos azules oscuros, el pelo castaño y la nariz chata. Vive en Bucatefun, una ciudad de Papen.
Lo que más le gusta hacer es investigar y jugar con sus amigos. Tiene dos hermanos con los que también le gusta investigar.
Al ver la planta se quedó asombrada. Reflejaba una espléndida luz. No se lo contó a nadie; quiso mantenerlo en secreto.
Claudia la tocó, y pidió los tres deseos: que fuera a ver a su padre a África, que no hubiera pobreza y que los Reyes Magos la trajeran menos regalos y más a los niños que no tienen.
Estos tres deseos no se los podía contar a nadie.
A Claudia, como no se lo contó a nadie, el primer deseo se le cumplió, y luego el segundo y después el tercero. Cuando se cumplieron los tres, la niña se alegró mucho por esos deseos tan buenos.
FIN DEL PRIMER CAPÍTULO.CONTINUARÁ.
Erase una vez una niña llamada Elsa. Tenía 11 años y vivía en Etcoco. Tenía los ojos marrones y el pelo rubio con mechas azules. Le gustaba viajar.
Un día cuando se levantó, decidió irse a un país llamado Hedor. Allí todo era multicolor.
Todos eran amigos. Cuando se levantaban se decían buenos días, se pedían las cosas, cada día comían en una casa del país.
Antes de irse, pasó por el árbol mágico a ver si le quedaba alguna hoja para poder ir volando.
¡Oh, no! No había ninguna hoja mágica!
Entonces decidió irse al siguiente árbol mágico que estaba a dos manzanas. Allí consiguió la hoja y se fue volando a Ecoket.
2º capítulo ELSA EN ECOKET.
Cuando llegó, se hizo amiga de Miriam y se quedó a dormir con ella en su casa. Por la mañana, cuando se levantaron, fueron a ver lo que quería ver Elsa que era el país multicolor.
Después de verlo decidió irse a otro país, a Octor porque le habían dicho que allí estaban las comidas más ricas del mundo y le preguntó a su amiga:
-¿Quieres venir conmigo? Y ella dijo:
-Sí, claro, por supuesto que me voy contigo.
Por fin llegaron a Octor. Probaron muchísimas comidas que les encantaron, así que pensaron que podían quedarse allí dos meses.
Capítulo 3º ELSA ENCUENTRA A SUS PADRES.
Cuando pasaron los dos meses, se fueron a su país pero por el camino se encontraron con un pueblecito solitario: ECTAR.
En ese pueblecito no había nadie. Al entrar en una de las casas sólo había la ropa de unos señores que habían estado allí hace mil años.
En las granjas, había animales muertos. En los pajares de algunas casas había esqueletos.
– ¡Qué miedo! dijo Elsa a Miriam.
– Yo me voy a dar un paseo por la carretera a ver si veo a alguna persona que conozca este pueblo mejor, porque yo no tengo ni idea y tengo un miedo flipante, dijo Miriam
– Yo me quedo aquí investigando, dijo Elsa
– ¡Vale! contestó Miriam.
De pronto Elsa vio un camino brillante y llamó a Miriam.
– ¡ Miriammmm!
Y Miriam contestó diciéndole: ¿ qué quieres?
– Que he encontrado un camino que luce, dijo Elsa
– ¡Ya voy! dijo Miriam
– ¡Vamos por ahí !
Las niñas fueron andando por el camino y se encontraron con los padres de Elsa y Elsa les presentó a Miriam.
AUTORA: Vega Sánchez Palomo