Una hora de Matemáticas, un día, en un aula unitaria

Los alumnos de 4º, en Matemáticas van a estudiar las figuras planas. En el libro de texto, parten de una lectura y una propuesta de actividades, sobre las constelaciones.(Editorial SM. Madrid, 2009)

¿Por qué no trabajarlo con todo el alumnado? Vega y Miguel, pueden escucharlo y entenderlo perfectamente. En Infantil, trabajamos las constelaciones, «las estrellas forman grupos»(Osa Mayor y Osa Menor)  enla Unidad :¿Qué hay en el espacio? En 2º ya hemos visto las líneas poligonales abiertas y cerradas. Ahora se trataría de repasar y reforzar.

¿Quién sabe lo que son las constelaciones? Gabriel y Diego dicen que ellos sí. Luego otra cosa es explicarlo. Poco a poco van diciendo algo y ahí “engancho”yo para ver qué son las constelaciones, algunas de ellas y sus nombres: Osa Mayor, Osa Menor, Casiopea.

Repasamos qué son los segmentos y las líneas poligonales abiertas y cerradas. En un grupo de tres, los mayores van uniendo puntos de estrellas que encontramos en el texto de 4º para formar segmentos. Mientras tanto Miguel y Vega, dibujan la Osa Mayor, la Osa Menor y Casiopea.

Hablamos de los sentimientos que les produce la noche y la oscuridad, ayudando a expresar las vivencias personales.¿ Tenéis miedo a la oscuridad, a las sombras? ¿Habéis observado alguna vez las estrellas en la noche? ¿ Os gusta?¿ Qué  sentís  al contemplarlas?

Les cuento la leyenda del ajedrez. Después lo expresan por escrito.

«El ajedrez es un juego de mesa. Tiene 8 filas y 8 columnas.Según una leyenda, lo inventó un joven muy listo. Después se lo enseñó al rey y  el rey le dijo que qué buena idea y que le pidiera lo que quisiera. Sissa le pidió 1 grano de trigo por la 1ª casilla, el doble por la 2ª y así sucesivamente (siempre el doble de granos de trigo que la casilla anterior).No había suficientes granos en todo el planeta» (Vanesa y Gabriel)

Buscan un tablero de ajedrez y como no lo encontramos entre los juegos, Diego saca, no sé cómo ni de dónde,  uno fabricado por él.

Los de 4º y 6º empiezan a calcular los granos de trigo del tablero: 1, 2, 4, 8,16, 32, 64…y a expresar por escrito lo que les he contado. ¡Podemos subirlo al blog!

Empiezan a hacer los cálculos mentalmente porque les parecen muy fáciles. En un momento dado les digo que pueden usar la calculadora. Cuando la calculadora no les permite realizar determinados cálculos, vuelven a la multiplicación por 2, para calcular el doble.

Se van repartiendo el trabajo. Diego sigue con los cálculos, Vanesa escribe en el ordenador y Gabriel, que ha preguntado como se llamaba el inventor del ajedrez, va a buscarlo en Internet y encuentra que es Sissa Ben Dahi .

Esta es la tabla que hacemos. Esperamos no habernos confundido en los cálculos

¿Os animáis a seguir ?

Cuando el rey hizo los cálculos se dio cuenta que era imposible cumplir la orden. Se necesitaría la cantidad de:

18.446.744.073.709.551 616 granos de trigo

y se lee así:dieciocho trillones, cuatrocientos cuarenta y seis mil setecientos cuarenta y cuatro billones, setenta y tres mil setecientos nueve millones, quinientos cincuenta y un mil seiscientos dieciseis granos de trigo.

Participamos en “Construyendo historias”

Todos los niños y niñas de nuestra clase, estamos participando en un Proyecto Internacional llamado CONSTRUYENDO HISTORIAS. La idea ha sido de un maestro que se llama Gregorio Toribio y trabaja en Abrucena en la provincia de Almería. Esta es la primera aportación que hemos hecho. Entre los cinco hemos inventado la parte de la historia que nos tocaba realizar. El dibujo también lo hemos hecho entre todos. Ahora esperamos  verlo publicado en el Proyecto y que nos sigan llegando otras historias para continuarlas.

Los montañeros chinos le quitaron la llave al monstruo y la metieron en uno de los bolsillos grandes de la camiseta de uno de ellos.

El monstruo intentó quitársela pero no pudo, porque Natalia y Jorge les ayudaron distrayendo al monstruo tirando chinas con un tirachinas.

Mientras tanto, los montañeros abrieron la puerta para huir. Entraron también los niños y cerraron la puerta rápidamente.

Siguieron caminando por un túnel largo, estrecho y oscuro. Al final del túnel había

1.- Un tobogán de oro

2.-Un laberinto movedizo

3.- un pájaro misterioso

4.- Un cofre lleno de palomas mensajeras

Créditos
Autores de este artículo: Miguel Moreno, Gabriel Guerra, Vanesa Hernández,
Diego Jiménez, Vega Sánchez
Aula Unitaria: Infantil, 2º, 4º, 6º de Primaria
Centro: C. R.A. Fuenteadaja
Localidad: La Torre
Provincia: Avila
País: ESPAÑA
Maestra: Vicenta Aceves González

Cuentos de cuando yo era…

El año pasado, Alba, una antigua alumna, nos trajo un libro a la escuela: «Cuentos de cuando yo era» de José Zafra. Yo se lo agradecí, pero lo dejé en la biblioteca porque vi que era para 12 años en adelante. Hace unos días lo descubrí de nuevo. Empecé a leerlo y seleccioné uno de los cuentos para leérselo a mis alumnos. Pensé que podían entender algo y que nos serviría de referencia para inventar otros. Y así lo hicimos.

CUENTO DE CUANDO YO ERA UN LIBRO

Yo era un libro viejo titulado El Rotín. A mí me escribió con tinta un joven de 31 años llamado Milán. Estuve la mayor parte de m i vida en la estantería de una biblioteca con mis amigos. ¡Y cuánto nos reíamos! Llegó un día que fue diferente a los demás. Ese día llegaron muchos niños a buscar cuentos pero a mí no me cogía nadie porque decían que yo era un cuento muy aburrido y viejo. Un niño alto con ojos azules se acercó a mí y me miró, me tocó y decidió llevarme con él a su casa. Yo me sentía feliz. Al final del día 28 de enero, de 1.945, por la noche, el niño empezó a leerme. Mientras me leía yo estaba muy contento porque le gustara. Esa misma noche se leyó casi medio libro. Al día siguiente cuando el niño fue a clase, estuvo hablando a sus compañeros sobre mí, todo el recreo. Y les decía que tenían que leerme porque yo era un libro increíble. Cuando se levantó y salió del colegio me llevó a la biblioteca. Desde que me leyó aquel chico todos los niños me eligen y me tratan con cariño. Y hablan sobre mí la mayoría del tiempo y eso a mí me encanta.

Diego Jiménez de la Parra 6º de Primaria

CUENTO DE CUANDO YO ERA UN PINO

Siempre por las mañanas lo mismo de siempre. Los otros pinos la misma hierba de siempre. Sentía las hojas cariñosas y suaves .

En verano oía los pájaros y los niños jugando a la sombra de otros pinos .Se acercaban para tomarse el bocadillo y yo los sentía al  tumbarse en mis raíces, y me  gustaba mucho y a ellos también .

Miguel Moreno Narrillos 2º de Primaria

CUENTO DE CUANDO YO ERA UN DIBUJO

Todos los niños  y  niñas me coloreaban y me pintaban muy despacito.

Luego un niño me llevó a su casa y enseñó a sus padres cómo lo habían coloreado sus amigos y él.

Al siguiente día, me llevó otra vez a clase y otra niña me llevó a su casa. En su casa, la niña me coloreó mejor y se lo enseñó a su hermano y a sus padres.

Cuando me llevó a clase, los niños jugaron a profesores y  la profesora hizo una fotocopia de mí y volvieron a colorearme mientras jugaban a profesores, porque algunos eran los alumnos.

Yo me sentía muy bien y me gustaba ser un dibujo.

Vega Sánchez Palomo 3º de Infantil

CUENTO DE CUANDO YO ERA UNA CAJA DE PINTURAS

Un día un niño que se llamaba Julián, me cogió para llevarme al colegio para pintar en folios, periódicos, cartulinas…

Cuando se terminaron  las clases nos fuimos Julián, unos amigos suyos y yo a casa a pintar y a jugar.

Cuando estaban jugando me sentía un poco solo, aburrido, y llamé a la goma Francisca y al sacapuntas Alfredo. Cuando vinieron me sentí muy contenta al estar con mis amigos.

Y todos juntos terminamos jugando y pasando una buena tarde

Vanesa Hernández López 4º de Primaria

CUENTO DE CUANDO YO ERA UN PELUCHE

Hace muchos años un hombre me compró en un mercado y me puso de nombre Chelum porque tenía un perro que se llamaba así y se había muerto y le echaba mucho de menos.

Cuando me  cogió dijo: ¡ qué peluche más suave! le cuidaré mucho.

Cuando le oí me puse muy contento.

Rápidamente nos fuimos a casa, porque quería jugar conmigo.

Con mi dueño estaba feliz. Me acariciaba, me abrazaba, me ponía sobre su cama y yo era el peluche que más le gustaba.

Vanesa Hernández 4º Primaria

CUENTO DE CUANDO YO ERA UN ZAPATO VIEJO

Cuando yo era un zapato viejo, en el armario me aburría mucho. No tenía a nadie para jugar. Me pasaba como a cualquier objeto que se olvida con el paso de los años, cuando compran otros modernos y nuevos. Pero un día un  ratón me dijo que por qué no iba a proteger los pies de los niños que jugaban en la calle al pilla, pilla y chapoteaban en los charcos. Me lo pensé un poco, que con lo calentito  y bien que estaba en el armario, irme a mojar en los charcos y a enfriarme en la calle no me apetecía mucho. De repente me acordé de los niños que no tenían zapatos, ¡cuánto me gustaría calentar los pies de uno de esos niños!

De repente me metieron en una caja de cartón. ¡No sé dónde me iban a llevar!

Cuando quise ver estaba en los pies de uno de esos niños sin zapatos que se alegró mucho al  ver sus pies calentitos conmigo.

Gabriel Guerra López 4º de Primaria