CAPÍTULO 2. EL DIAMANTE YA ESTÁ EN SELCHINAPOU.
Al volver después 12 horas de viaje le reciben como un héroe. ¡La aglomeración en el museo es tal que no hay ni un milímetro entre cada persona y no cabe ni el 10% de los habitantes de Selchinapou. Toda la gente que no ha entrado espera a la siguiente oleada para entrar en el museo en las calles más cercanas. La lámpara donde está el diamante verde está más protegida qué nunca.
La noticia salió en los periódicos:
Pronto habrá otro misterio…