ASI VE VANESA NUESTRA CLASE

MI CLASE

Mi clase está al lado de la plaza. Es alegre como el sol. Tiene murales hechos por nosotros, muchos juguetes, una pizarra,  tres ordenadores, dos estanterías, una con libros y otra con puzzles.

El material que tenemos, es muy abundante.  En invierno estamos calientes por los acumuladores. Por las tres ventanas, podemos ver la plaza, el bar, algunas casas y el patio de la escuela. En una de ellas hay  plantas que cuidamos todos los días.

También tenemos un cuarto de baño , que tiene un váter muy pequeño, un botiquín por si nos hacemos una herida, un lavabo y una papelera para echar los papeles del botiquín de cuando nos curamos.

Al final de la clase tenemos una televisión y un armario con más juguetes. A la izquierda hay una cesta con libros.

Al lado están los materiales de plástica. En medio de la clase tenemos las mesas donde nos sentamos a trabajar.

Además de todas estas cosas tenemos dos cocinitas  que están al lado del cuarto de baño. Estas cocinitas las usamos para jugar en los recreos que no podemos salir porque hace frio.

ASÍ ES NUESTRA CLASE Y ESPERO QUE OS GUSTE.

Vanesa

UN DRAGON DE CUENTO

En clase hemos leído un cuento titulado: Un dragón de cuento» de Paloma Sánchez Ibarzábal. Pertenece a un libro de la editorial SM: ¿Quién sabe liberar a un dragón?Después lo hemos escrito con nuestras palabras  y ésto es lo que ha escrito Gabriel. A ver si os gusta.

Había una vez un dragón encerrado en un  cuento  viejo. Intentaba                  hacer cosas bien, pero siempre le salían mal.

Un día vio a unos pastores intentando encender una hoguera y el dragón la
encendió con su fuego. Los pastores creían que les atacaba y se fueron corriendo.                                                                                                                                          Otro día llegó a palacio un caballero muy valiente, ¡bueno no tan valiente!, para matar al dragón. El caballero subió colina arriba y el dragón quiso jugar con él. El dragón le tocó la espalda y le dijo: ¡a ver si me pillas! El caballero,
asustado, bajó colina abajo como un rayo y estuvo cuatro páginas sin decir ni
muuuuu.                                                                                                                                        Unos días después hubo un incendio en la escuela y el dragón, velozmente, llenó de agua sus carrillos y apagó el fuego.

El rey le dio una medalla de oro y le nombraron APAGADOR DE FUEGOS. El dragón dio saltos de alegría. La tarima donde estaba se rompió y las aceitunas de los olivos se cayeron. Como los olivareros estaban muy contentos decidieron también nombrarle COSECHADOR PRINCIPAL DEL REINO.

Gabriel Guerra López

MI PROFESION DIA A DIA XVIII

24 de Enero de 2012

Mientras los mayores hacen el control de Matemáticas, Vega hace trabajo personal y yo aprovecho para estar con Daniela. Le doy distintas figuras de los bloques lógicos (cuadrados y círculos) para que los clasifique. Le digo que ponga los círculos en un montón. Sin que me dé tiempo a  hacer una nueva propuesta (círculos grandes y círculos pequeños; círculos gruesos y finos) ella dice: Aquí los finos… y empieza a hacer montoncitos. De pronto dice: -¡ Mira, una casita!

Yo le digo que tiene que acabar lo que estaba haciendo. Al poco tiempo… -¡ Voy a hacer una cama! – ¡ No has acabado con lo que te he dicho!

Cuando termina, le digo: ¿Dónde están los círculos grandes y gruesos, los pequeños y gruesos…? Ahora ya puedes hacer lo que quieras.

-Voy a hacer un camión

Y al poco rato:- ¡ Quiero jugar!

Empieza a hacer una cama. Me acerco y la ayudo.

Como otras veces, me planteo cuándo intervenir y cuándo no, cuándo «dirigir» y cuándo dejar que libremente creen. Voy observando y , a partir de lo que percibo, actúo de  una manera o de otra. Daniela va creciendo en autonomía y yo lo favorezco. Es cierto que a veces sus propuestas no  expresan autonomía sino caprichos o cierta cabezonería. Incluso a veces (pocas) llora para ver si consigue lo que quiere. Sabe muy bien cómo me sitúo yo cuando busca esas estrategias y el llanto dura poco, porque no le da resultado. Hoy primero quería que Vega y yo fuéramos a sus mesa, luego quería que las tres fuéramos a la de su hermana y cuando yo me he ido con Vega y le he dicho que ella iba a seguir trabajando en su mesa…¡a llorar! He tenido que «negociar»  para, después de escucharla y hablar,  llegar a un acuerdo intermedio.

Cuando creo que ya está cansada de una actividad, paso a otra.                                                  Los mayores han terminado el Control y corregimos los deberes de Matemáticas. Ahora Daniela está tranquila recortando papelitos para pegar en un círculo.

En la hora de Inglés mientras los de 3º y 5º trabajan con el profesor de este área, yo me quedo con las dos hermanas ( de 1º de Infantil y de 1º) y nos dedicamos al juego simbólico. Yo soy clienta de peluquería, voy al médico, reservo mesa en un restaurante… A ellas le gusta que yo «entre en juego» y yo les doy propuestas y , de alguna manera, les sirvo de referencia para aprender desde el juego y a través del juego con lo que digo y hago.                                                                                                                                                     Luego tenemos un tiempo para trabajar cada una individualmente y conmigo.

En Plástica disfrutan con los collages y los mosaicos. Observo las distintas habilidades y cualidades. Hay niños que reclaman ayudan conscientes de que a veces les cuesta hacer algunas cosas. A alguno, con la autoestima alta, casi todo lo que hace le parece que está bien.. La paciencia también es muy distinta en unos y en otros.Hay quien tiene habilidad y creatividad artísticas y se ofrece para ayudar. Lo mejor de todo, es que es un área que les gusta y en la que se sienten bien.