Me llamo Vicen y soy maestra rural en un pueblo pequeño, de la provincia de Avila, con pocos habitantes y pocos niños.
Vivo y trabajo en La Torre Estoy en el pueblo por vocación y por opción. Podía trabajar en otros lugares, pero elijo estar aquí. Tengo la suerte de que me gusta mi trabajo y de que disfruto en la escuela.
Los niños que actualmente integran el aula son cinco con diferentes edades y diferentes niveles educativos.
Mi aula pertenece al C.R.A ( Colegio Rural Agrupado) Fuenteadaja. En 1983, junto con otros compañeros y compañeras, participé en la “Experiencia Valle Amblés”, después CRA Valle Amblés, que sirvió de referencia para la creación y generalización del modelo organizativo de las zonas rurales: los CRAs.
Desde mi experiencia, puedo decir que en estas aulas es posible:
- Un estilo de aprendizaje autónomo y participativo.
- Unas relaciones cercanas, de cooperación, en las que todos y todas podemos enseñar y aprender. ¡Yo también!
- Un clima sereno.
- Un ritmo de aprendizaje desde las capacidades y los intereses de cada alumno/a.
- La participación del alumnado, de las familias, de las personas del pueblo.
- La apertura al medio. El medio rural es rico en recursos y, bien utilizados, pueden ser una fuente de aprendizaje ya que la escuela no se reduce “al aula”.
Llevo trabajando mucho tiempo en escuelas rurales y, cuando me queda poco para jubilarme, sigo eligiendo esta realidad, porque creo en ella y vivo cada día con sentido e ilusión.
Como lo que vivimos aquí no suele ser noticia, ni se conoce, he decidido compartir algunas de las experiencias «Desde La Torre»