19 y 20 de septiembre
Se nota que ya llevamos una semana de clase. Los alumnos trabajan bien, se ayudan cuando alguien lo necesita y están serenos, aunque a veces están más pendientes de lo que hago con Daniela o de lo que ella dice o hace, que de su trabajo.
Como todos los lunes, contamos lo que hemos hecho el fin de semana. Daniela, esta vez sí que cuenta algo.
Gabriel, sigue planteándose preguntas.
– ¿Qué células son más grandes, las vegetales o las animales?
– No lo sé, vamos a buscarlo en Internet
Vega dice que si puede ir ella a verlo.
Daniela ya va aceptando las propuestas. Cuando intenta “ tomar las riendas “ para hacer lo que quiere, le digo algo, y parece que no hay problema. El otro día me puse seria con ella, sin saber cómo iba a reaccionar, y parece que ha dado resultado.
Como a casi todo dice No, yo le dije que a clase no se venía a decir a todo que no. ¿Lo entendería? Yo creo que entendió más el lenguaje no verbal que el verbal.
A pesar de todo, a veces, cuando yo estoy trabajando con los mayores, deja lo que está haciendo y se va a la alfombra.
En Lengua Miguel, Gabriel y Vanesa, están trabajando, entre otras cosas, la
descripción. Cada uno ha empezado a hacer la suya. A Gabriel se le ocurre describirse en 3ª persona, como si fuera otra persona la que expresa cómo es Gabriel. Vanesa hace lo mismo.
Les ayudo a observarse en el espejo y les doy pautas y pistas para hacer las
descripciones.
Empezamos con educación para la Ciudadanía. Están muy intrigados con el libro y ya me han preguntado varios días que cuándo empezamos. Rellenan un primer Cuestionario sobre y les digo algunas de sus características
personales, de acuerdo con sus respuestas. No saben de dónde he sacado la interpretación. Lógicamente yo no me lo he inventado, sino que he utilizado las propuestas de la editorial.
Día 21 de septiembre de 2010
Empezamos leyendo en voz baja.
Gabriel y Miguel siguen con el «Diccionario por imágenes de los niños del mundo». Ya han pasado a Asia.
Llega Angel, el nuevo Orientador. Nos presentamos y mientras hablamos nosotros dos, los niños, sin decirles nada, se organizan.
Vanesa estaba leyendo con Vega y coge en brazos a Daniela para leerle un cuento. A Angel
le llama la atención que sigan trabajando solos, sin necesitarme a mí.
Daniela escucha los mensajes que le doy. Repasamos el cuento del otro día y ella dice las palabras que conoce o repite las que yo le digo. Estamos trabajando vocabulario, mientras los demás siguen leyendo sin problema. Bueno, a veces observan lo que yo estoy haciendo y escuchan cómo pronuncia la más pequeña de la clase. La verdad es que tiene gracia. ¡Conoce los colores, incluídos el naranja y el marrón! Le pongo en el suelo aros de tres colores : rojo, azul y amarillo y le doy las cajas de los bloques lógicos para que los clasifique según sus colores. Lo hace sin dificultad. Luego hace tres puzzles adaptados a su edad. Con plastilina ya va haciendo churros.
Ahora “encarrilo “ el trabajo de Daniela: recorta, pica y juega un ratito en el rincón del juego simbólico. Trabajo con 1º, 3º y 5º. Mientras yo corrijo o explico a unos, otros continúan su trabajo.
Miguel está escribiendo en el ordenador la descripción que ha hecho de sí mismo. Con 5º sigo con la descripción, trabajando los adjetivos y comparaciones, con materiales
complementarios a los de su libro de texto. Leen algunas descripciones que yo he seleccionad y que les pueden servir de referencia para avanzar y no limitarse a decir: Es…Tiene los ojos….y el pelo…
Siguen con las descripciones de las personas de su familia o con las de compañeros o amigos. Ellos deciden.
¡Gabriel, cuidado con las excesivas comparaciones! En un texto pequeño ha puesto demasiadas. Le indico que si ponemos comparaciones en todo, el texto puede resultar pesado y perder la belleza literaria. De todas formas, su esfuerzo es de valorar.