CUENTOS INVENTADOS.La planta mágica.Capítulo II

2. LA PLANTA SE MUERE.

A las cuatro semanas… ¡LA PLANTA SE MURIÓ! Claudia muy triste tenía la esperanza de que volviera a vivir.

Cuando pasaron otras cuatro semanas la planta echó un ramito. Claudia al verla se puso con una sonrisa de oreja a oreja. A partir de ese momento estuvo regándola todos los días para que siguiera creciendo.

Cuando la planta estaba bien alta Claudia la observó un rato, y la planta la habló. Claudia se quedó sorprendida y tenía un poco de miedo, por lo que había visto y oído. La planta le contó que podía hablar además de conceder deseos.

La niña sorprendida le preguntó:

-¿Has concedido muchos deseos?

– Pues… si. A una anciana, a los animales, al verano, también a algunas plantas…

-¡Cuantos deseos! ¿Y te sientes bien concediéndoles tantos?

-Si, porque veo lo satisfechos que se sienten con los deseos que les he concedido.

-Entonces tu vida es maravillosa, dijo Claudia

– No te creas porque también veo como pisan las plantas y a mí no me gusta. Tengo miedo de que me lo hagan a mí y no pueda conceder deseos porque no hacen lo mismo que tú, revivirme.

– A mí también me da pena que pisen a las plantas, porque sois parte de la naturaleza y sin vosotras el campo estaría solitario y nos faltaría oxígeno.

La planta y Claudia al haberse contado sus penas, fueron más amigas desde ese momento.

CONTINUARA…

Vanesa Hernández